Por ti,
me he convertido en
d e l i n c u e n t e ,
en un ratero,
en un amigo de lo ajeno
que será perseguido
por todos,
incluyendo al policía
de la esquina,
al profesor de moral
y al prefecto de disciplina.
Por ti,
ayer en la tarde,
me convertí en un ladrón
de flores.
El día de tu santo
te hicieron regalos muy
v a l i o s o s :
un perfume extranjero,
una sortija,
un lapicero de oro,
unos patines,
unos tenis Nike y
una bicicleta.
Yo solamente te pude traer,
en una caja antigua
de color rapé,
un montón de semillas
de naranjo,
de pino, de cedro,
de araucaria,
de bellísima, de caobo y
de amarillo.
Esas semillas son pacientes
y esperan su lugar y
su tiempo.
Yo no tenía dinero para
comprarte algo lujoso.
Yo simplemente quise
regalarte un bosque .
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